Desde 1913, Camille Claudel está internada a petición de sus padres. En febrero de 1915, a causa de la guerra, se encontraba ahora en una institución religiosa, el manicomio de Montdevergues en Montfavet, cerca de Aviñón, en medio de pacientes difíciles. Dejando de esculpir, desarrollando ocasionalmente un discurso paranoico (sobre todo hacia Rodin), conserva sin embargo toda su lucidez y su sensible mirada artística. Su profundo sufrimiento sólo encuentra esperanza en una hipotética salida de su encierro forzoso y poder reunirse con su madre, que ya no se ...
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