En el terremoto del 6 de febrero en Turquía y Siria murieron decenas de miles de personas. La responsabilidad no solo recae en el desastre natural, sino también en el fracaso político.
Geólogos habían advertido de un grave terremoto en la zona. Pero los responsables se limitaron a rezar y esperar a que no se cumpliera el pronóstico en un futuro próximo, critica, por ejemplo, Ziyadin Çakır de la Universidad Técnica de Estambul. Si bien existen normas estrictas de construcción antisísmicas, al parecer, éstas no se cumplieron.
Después del terremoto, la ...
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