Desde 1933 hasta el final de la guerra mundial, el Tercer Reich intentó arrebatar todos sus bienes a los judíos que residían en el territorio bajo su control. Una política que concluyó en los campos de exterminio donde los deportados fueron privados de sus últimas y más íntimas propiedades. Con este saqueo metódico los nazis pretendían borrar su memoria, exterminar su cultura y erradicar cualquier rastro de su presencia en Europa.
Las obras de arte forman parte de este despojo total, absoluto. Constituyen la parte más glamurosa, más brillante del mismo, ...
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