La campana del despertador rompe el sueño. La mano busca frenética el despertador para poder callar el ruido chirriante, el ruido paranoico, el grito de mil latas copulando que levantan este cuerpo gris que se somete al ritual de lo habitual que aplasta el alma: De arriba abajo, de abajo arriba. El cepillo limpia los dientes del hombre sombrío que lucha hacia la nada.
Dirección: José Neira