Él es una de las personalidades-estrella de la televisión chilena porque es polémico, audaz e independiente. Sociólogo de profesión, Villegas sabe perfectamente que su oficio de comunicador suscita rechazo en las tribus intelectuales. Y con razón, suele arremeter contra el pensamiento común. Lo llaman "opinólogo" como una forma de menospreciar su actividad. No le importa. Villegas procura mantenerse al margen de las dicotomías fáciles que, a falta de profundidad crítica, sirven para encasillar a los que de algún modo nadan contra la corriente. No es un revolucionario de las ideas, más bien es un editorialista de fondo conservador. Pero sus juicios suelen conmover, escandalizar y por cierto dan tema para la reflexión de la platea televidente.