Segunda Parte El pensamiento político de Sandino expresado en sus cartas y demás ocumentos no es el resultado de una preparación intelectual, porque un artesano que dejó sus herramientas para pasar directamente al combate, difícilmente pudo tener una formación semejante; pero precisamente, porque lo que piensa no es más que el resultado de su experiencia cotidiana como jefe de esa guerra de resistencia y porque las circunstancias de la lucha son las que van modelando ese pensamiento, es que todo lo que dice y proclama, tiene la carga de la verdad. Despojado de la vieja retórica latinoamericana de los políticos decimonónicos que aún reinan en pleno siglo XX, el pensamiento de
Sandino pasa a convertirse en algo que posee relieves reales, producto de la praxis.
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