No hay primero ni segundo ni tercer o cuarto mundo: sólo existe un mundo mal distribuido, un mundo con grandes injusticias de hambre, marginalidad y violencia. Para transformar y defender nuestro mundo, tenemos que comenzar a construir caminos nuevos. La verdadera lucha por la construcción de una nueva sociedad es la resistencia a través de métodos no violentos. Sólo así lograremos combatir las injusticias y las dictaduras... Este es el mensaje de Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980 por su compromiso con la defensa de los Derechos Humanos en Iberoamérica.