Tras sufrir el país una grave crisis económica, millares de irlandeses hambrientos se ven obligadas a emigrar. Katie O'Neill y su marido Shawn Kildare deciden ir a África del Sur. Después de la muerte de Shawn a manos de los zulúes, Katie se encuentra con Paul Van Riebeck, un cabecilla de los bóers (colonos holandeses) al que había conocido en Irlanda.