La extracción de recursos minerales a manos de multinacionales extranjeras se ha disparado en España. Con la excusa de la crisis, las administraciones públicas están permitiendo que se exploten recursos sin ningún amparo medioambiental. Venden puestos de trabajo a cambio de un daño al medio ambiente irreversible.
En A Coruña, la empresa canadiense EdgeWaters pretende realizar una extracción a cielo abierto de oro. Asegura que crearán 271 puestos de trabajo. A cambio generarían un cráter de kilómetro y medio y una balsa kilométrica de residuos tóxicos.
Pero, la minería a cielo abierto no es la única amenaza para el medioambiente español. El Ministerio de Industria ha concedido 70 permisos de investigación para la facturación hidráulica o fracking, una técnica exportada de EE.UU. para extraer gas no convencional de yacimientos profundos. La excusa de las administraciones públicas para permitir está fórmula de extracción es similar. Es época de crisis y cualquier inversión será bienvenida, incluso las que generen un desastre medioambiental.
Punto de Mira, viaja por España para saber a quién beneficia estas nuevas extracciones mineras y quien sale perdiendo con ellas.
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