Adictos 'made in USA': la droga, una pesadilla norteamericana.
El problema no son los sanguinarios capos como el Chapo Guzmán, el legendario Pablo Escobar o los corta cabezas del cartel de Sinaloa o los despiadados "Zetas", el problema es el ciudadano estadounidense.
Un enfoque que se ha ignorado, quizá a propósito, pero que es el problema más real. Sin el apático ciudadano estadounidense, los problemas de crimen y violencia serían miles de veces menos. Porque el problema no es la producción ni el tráfico de la droga, sino la compra.
Por ello hoy, el secretario de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, se armó de valor y le pidió a Estados Unidos que sus ciudadanos le bajen al consumo de la droga, porque si no, la guerra contra el narcotráfico nunca acabará.
Porque si no, las miles de muertes seguirán en aumento, y las que se han sacrificado, de nada servirán. La ecuación es muy simple de entender. Si el consumidor pide, entonces hay producción; si el consumidor no pide, entonces no hay a quien le importe producir o más aún vender.
Estados Unidos es el principal consumidor de droga del mundo, por lo que se necesita que haya principales productores de droga, y principales traficantes que violen las leyes, y estos servicios cuestan muy caro y además son muy deseados por los criminales, lo que implica entonces violencia, violencia que no la quiere Estados Unidos, lo que quiere es sólo la droga.