Nicaragua tiene la reserva de la biósfera más importante de Centroamérica y la tercera más grande del mundo.
Cientos de miles de especies viven en este bosque tropical húmedo y los principales ríos del país nacen de él. A simple vista, Nicaragua entero parece estar cubierto por un manto verde, sin embargo, más de 70 mil hectáreas son arrasadas anualmente en una deforestación galopante para crear zonas de cultivo y crianza de ganado acarreando consigo paradójicamente sequía, hambre y violencia.