La pérdida de popularidad del presidente ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro se precipitó tras su bochornoso discurso en la ONU y amenaza con aislarlo cada días más.
Aún no ha presentado un proyecto para el país ni cuenta con una base social para sostener su discurso belicista y antipopular.
Tampoco cuenta con el apoyo irrestricto de los mandos castrenses, mientras su gobierno sigue adelante con los planes de desnacionalizar las principales empresas nacionales.
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