Entramos en el último bimestre de 2019, un año agitado para Venezuela. El gobierno demuestra que, pese al bloqueo económico y financiero impuesto por EEUU, no está tan aislado. Y continúa con las mesas de diálogo con algunos representantes de la oposición, donde se discute un cronograma electoral y la composición de un nuevo Consejo Electoral.
Mientras, el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó sigue perdiendo credibilidad. La crisis económica es una olla a presión, señala el analista Marcos Salgado.
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