Más allá del golpe contra el gobierno constitucional de Evo Morales, reaparecen desde las sombras los dictatoriales gobiernos militares, con sólidos vínculos nazis, y también el espectro de Sánchez de Losada, con sus guerra del agua y masacres.
Los élites clasistas bolivianas intentan eliminar la concepción del estado unitario, plurinacional. Fueron por los símbolos y ahora van por los simbolizados.
Lo que queda es la resistencia, señala el analista Juan Alberto Sánchez Marín.
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