Latinoamérica ha llegado a un pico de producción energética que se choca hoy con los niveles de consumo, en momentos que necesita la energía para extraer, transportar, producir y mover su producción industrial.
Las posibilidades de aumentar el consumo energético son cada vez más improbables. Las alternativas, expandir el extractivismo o endeudarse más. No se trata de recesión sino de decrecimiento.
Un análisis de Demián Morassi
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