El derechista Alejandro Giammattei asumió la presidencia de Guatemala, beneficiado por una abstención de más del 60% y sin respuesta para los grandes problemas del país.
Un país profundamente desigual y con sucesivos gobiernos corruptos, con casi el 60% de pobreza, cuyos mayores ingresos son las remesas de los migrantes y las actividades delictivas ligadas al narcotráfico.
Análisis de Marcos Salgado.
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