El regreso del autoproclamado presidente Juan Guaidó a Venezuela, tras una extensa gira por EEUU, Canadá y Europa, dejó en claro su escasa convocatoria dentro del país, incluso en sus zonas de mayor confort.
Con una oposición dividida, su discurso se limitó a anunciar que EEUU impondría más sanciones para ahogar a su país, como sucedió con las aplicadas a las empresas rusas que se encargaban de la comercialización del crudo venezolano en Europa y Asia.
Análisis de Marcos Salgado.
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