Se acelera la militarización del gobierno en Brasil, pero lo que no queda claro es si el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro decidió rodearse de generales y almirantes para imponer sus decisiones o si los militares en activo decidieron rodearlo tratando de contener sus muestras de agresividad y desequilibrio emocional.
Esto se hizo más evidente a partir de la ejecución del ex capitán de la Policía Militar de Río, Adriano da Nóbrega, un sicario vinculado a la familia Bolsonaro. La nueva reforma de gabinete significó mayor influencia para el general Augusto Heleno, ahora ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional.
Heleno, famoso por su aversión a todo lo que suene a izquierda, salió del anonimato cuando bajo su comando ocurrieron seguidas masacres de haitianos cuando comandaba las Minustah.
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