Lo del presidente estadounidense Donald Trump en América Latina ha sido una seguidilla de decisiones erráticas promovidas por su entorno guerrerista y los sectores radicales de su partido. Sin embargo, en pleno año electoral y sin una estrategia precisa, la región se vuelve importante, con un lado por demás preocupante.
Para los próximos días se espera que presente una estrategia para la región, lo que despierta temores y dudas, por su animadversión manifiesta y militancia para derrocar a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Para ello se reunió en Washington con los presidentes Jair Bolsonaro e Iván Duque,de Brasil y Colombia, sus socios-cómplices.
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