A la par de la pandemia del COVID-19 ocurre otra tragedia silenciosa, la de los migrantes indocumentados, que al igual que el virus no reconoce fronteras, y si no se atiende a tiempo podría ocasionar una crisis humanitaria.
Sólo en México hay 21 mil 500 migrantes varados por la pandemia: 12 mil 500 en la frontera norte y nueve mil en la sur.
Muchos migrantes quieren regresar a sus países de origen en Centroamérica, pero sus gobiernos cerraron las fronteras.
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