El Gobierno de Iván Duque, siguiendo las imposiciones de Washington, ha intensificado el combate contra la erradicación forzosa de cultivos de coca, y los campesinos han salido de sus casas, donde cumplen el aislamiento obligatorio por la pandemia del covid-19, para evitar que los soldados les arranquen las plantas, que son las que les dan el sustento.
En el campo colombiano se libra esta batalla que ya ha dejado dos cultivadores de hoja de coca muertos, un indígena en Tumaco, en el sur, y un campesino en el norte, cerca de la frontera con Venezuela.
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