Los primeros días de mayo fueron escenario en Venezuela de un nuevo intento de desestabilización del gobierno de Nicolás Maduro, en tiempos de confinamiento masivo por el COVID-19.
Aunque es el enésimo intento de acabar con el gobierno de Maduro, éste tiene características nuevas: Mercenarios intentaron desembarcar en al menos dos puntos de la costa venezolana.
El saldo: ocho irregulares muertos, y veinte detenidos, entre estos dos estadounidenses. Venezuela denunció la complicidad de los presidentes de Colombia y EEUU.
Un análisis de Marcos Salgado.
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