Cuando uno ve la situación política boliviana, uno ve cómo el mundo gira al revés. El ministro de Gobierno del régimen de facto acusó a la Asamblea Legislativa de estar orquestando un golpe de Estado por llamar a elecciones.
Este gobierno cuya única tarea era llamar a nuevos comicios, ha llevado adelante reformas estructurales, cambios en la legislación, además de una férrea represión.
Un análisis de Pedro Brieger.
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