EN FOCO.- No es la crisis de coronavirus lo que empujó a los candidatos y dirigentes de la ultraderecha boliviana a plantear la postergación de las elecciones generales previstas para el 6 de septiembre. El fondo de la cuestión es que la presidenta de facto Jeaninne Áñez, ni los ultraderechistas Jorge Quiroga y Luis Fernando Camacho, tienen ninguna posibilidad de ubicarse entre los dos primeros lugares de la competencia electoral, donde todas las encuestas dan como ganador a Luis Arce, el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS).
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