EN FOCO.- La determinación del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia de aplazar las elecciones para el 18 de octubre, en un intento por perpetuar al actual gobierno de facto, encendió señales de alarma y repulsa en el país. Los argumentos prorroguistas son amenaza de la ejecución de un segundo golpe de Estado conducido por militares cercanos a la embajada estadounidense y a los partidos neoliberales y conservadores, dicen analistas locales.
Visita: www.surysur.net