NUESTRA VOCES.- El ecritor y poeta ecuatoriano-uruguayo Kintto Lucas señala que el cerebro es un laberinto: en él viven la locura, la cordura, el amor, la felicidad, la tristeza, el dolor. A unos les sirve para pensar en los otros, y a otros sólo en ellos. Si el manicomio es un espacio de la derrota, cómo construir la felicidad y la tristeza en este manicomio mundial. ¿Existe algún rincón de nuestro cerebro donde se esconde la felicidad, que no sea el de las pastillas?, se pregunta.
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