El proceso electoral en Bolivia, con destino incierto, parece haberse convertido en una trampa para todos los factores políticos.
No se sabe si se está ante las elecciones de la trampa o la trampa de las elecciones. El oficialismo golpista no se pone de acuerdo y el masista Luis Arce podría ganar incluso en primera vuelta.
Análisis de Pedro Brieger.
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