Después de la primera elección presidencial en febrero de 1979, el país quedó atrapado en varios avatares políticos.
Estos avatares se generalizaron a raíz de enfrentamientos entre Abolhasan Banisadr y los seguidores del Partido de la República Islámica, liderado por el doctor Beheshti. Tras la intensificación de estos enfrentamientos, la Asamblea Consultiva Islámica aprobó, en el 26 de junio de 1981, un plan para investigar la incompetencia política de Banisadr. Pero allí no termina esta historia.
La Organización Muyahidín Jalq, el grupo armado más grande que apoyaba a Banisadr, declaró abiertamente su oposición a la República Islámica, y así comenzó una era de sangre y fuego sin precedentes en la historia contemporánea de Irán.