Los poderes judiciales de Ecuador y Bolivia, controlados por los gobiernos, decidieron excluir de las respectivas elecciones presidenciales a sus exmandatarios constitucionales Rafael Correa y Evo Morales.
Correa era candidato a vicepresidente, Morales a senador. Ambos gobiernos, uno constitucional, y el otro de facto, usan al poder judicial para perseguir, encarcelar, acosar, exiliar a los opositores y reprimir a los sectores populares.
Análisis de Pedro Brieger.
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