El cambio climático también golpea los idílicos oasis de Marruecos. Las tormentas de arena son más frecuentes, el nivel freático desciende, las palmeras se secan...La desertificación está provocando que los oasis corran peligro de desaparecer.
Halim Sbai vive en la ciudad marroquí M'Hamid El Ghizlane. Según él, "el oasis es, en realidad, un paraíso". Pero Halim, como muchos aquí, libra una desesperada batalla por la sobrevivencia de la región. Entre la cordillera Anti-Atlas y el desierto del Sáhara, los oasis de pintorescas palmeras se suceden en Marruecos. Islas verdes en el desierto y hogar de casi dos millones de personas. Pero, ¿por cuánto tiempo? Hasta ahora, muchos se ganaban el sustento con los frutos de las palmas datileras. Pero esta actividad es cada vez más difícil. Cada año llueve menos, las plantas se marchitan y la cosecha disminuye alarmantemente.
Sin embargo, Halim Sbai no se rinde. Obstinado, intenta salvar "sus” oasis. Planta nuevas palmeras y trata de proteger el bien más preciado: el agua. Pero sus esperanzas ya no están puestas en las palmas datileras, sino en el turismo, en mostrar a los visitantes el pintoresco paisaje, que pronto podría desaparecer para siempre. La muerte de los oasis es un aviso de cómo el calentamiento global amenaza a la región mediterránea.