Tras 20 años de luchas estudiantiles contra el Plan Bolonia en la Universidad, asistimos ahora a la vuelta de tuerca definitiva que va a herir de muerte a la Universidad Pública. Bolonia apostó por la empleabilidad de los egresados universitarios, en lugar de defender el derecho de los ciudadanos a tener acceso a los estudios superiores. Se primó así la enseñanza de habilidades, destrezas y competencias y se despretigiaron los títulos universitarios, que se decía que eran demasiado rígidos para adaptarse al mercado laboral. La Universidad se plegó a un mercado laboral basura y aceptó convertirse así en una Universidad basura. Pero todo para nada. Ahora, Google ha decidido crear su propia Universidad, con las miras puestas en la empleabilidad. Y por supuesto la Universidad estatal no está en condiciones de competir en ese terreno. Hemos firmado su sentencia de muerte.