Si te pido que te describas, probablemente empezarás tu descripción diciendo que eres un chico o una chica. ¿Qué determina identificarse como mujer, hombre o como nada de eso? Aunque parece una pregunta simple, la respuesta no lo es. Y en la historia de la psicología hay quien cruzó varias líneas rojas para tratar de responderla.