Miles de menores marroquíes accedieron ilegalmente a Europa en las últimas dos décadas. Están solos, sin ayuda, sin adultos que los orienten. La nueva vida con la que sueñan, suele ser mucho más dura de lo esperado.
Los realizadores del documental logran entablar contacto con un grupo de esos jóvenes. Hablan de su vida en algún puerto de Marruecos a la espera de subirse en secreto a un camión o barco con el único fin de llegar a Europa. Las visitas a los padres, a menudo abrumados por la pobreza, son poco frecuentes. A veces, las propias familias alientan a los hijos a emigrar. Pero solo unos pocos logran viajar legalmente a Europa. Quienes lo consiguen a través de canales ilegales, suelen tener dificultades para integrarse en la nueva sociedad. La primera escala es España. Después, los jóvenes se trasladan a Francia, Alemania, Suecia, siempre impulsados por la esperanza de encontrar un futuro mejor. Pero, para muchos, Europa se queda en un espejismo.