EN FOCO.- En su tercer viaje desde que asumió el poder, el presidente argentino Alberto Fernández visitó Chile con el fin de reconstruir las relaciones con su par Sebastián Piñera -difíciles desde la época de la independencia- y hacer un llamamiento a la unidad y la integración de los países de la región, desde la sede de la Cepal en Santiago. Los medios hegemónicos de ambos países insistieron en que la gente protestaba por la visita, en su objetivo de destruir cualquier posibilidad de fortalecimiento de las relaciones entre los pueblos como viene ocurriendo hace más de dos siglos.
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