La historia de Philip Spenner es esperanzadora. A los nueve años su tía lo abandonó en las calles de Nairobi.
Pasó su infancia en la calle, luchando diariamente por sobrevivir: a la violencia, al hambre, a la falta de un hogar y al miedo. Estuvo varias veces a punto de suicidarse. Hoy imparte clases en Alemania. Philip Spenner pasó su infancia en las calles de Nairobi, pero la vida le dio una oportunidad y la aprovechó. Siendo adolescente, ingresó en un orfanato. Un hamburgués financió su educación en Kenia y finalmente lo trajo a Alemania a los 19 años. Hoy, es el "señor Spenner" en una escuela de Hamburgo. Para los alumnos no es solo su maestro, sino también un amigo. Se ocupa especialmente de Joel quien, como él, es de tez ligeramente oscura. De madre alemana y padre africano, Joel era un niño agresivo y desorientado. Phillip Spenner, su maestro, se convirtió en una especie de padre para él, un modelo a seguir. Su mensaje es "tú también puedes lograrlo". Una vez al año, Philip vuela a Nairobi y visita los barrios marginales. Ha fundado una asociación para que los niños pobres de las aldeas asistan a la escuela. La mayoría vive en la extrema pobreza. Cada vez que está allí, visita a algunos de sus protegidos en sus chozas de barro. Este hamburgués es un modelo para ellos, él lo ha logrado. Philip apoya lo mejor que puede el orfanato en el que vivió. Su objetivo es dar también una oportunidad a todos los niños hamburgueses de su escuela que viven en la marginalidad.