DESDE EL SUR.- La reciente visita a Venezuela de la relatora de las Naciones Unidas sobre medidas coercitivas y derechos humanos, Alena Douhan, fue un soplo de aire fresco para el gobierno de Nicolás Maduro, que pudo visibilizar a nivel internacional tal vez como nunca antes un tema central: las consecuencias del bloqueo comercial y financiero de los Estados Unidos y la Unión Europea. ¿Servirá el informe de la ONU contra las sanciones para que éstas se acaben? No parece el escenario más probable. Primero se debe vencer el discurso único que oculta los estragos de la sanciones sobre la población venezolana, tarea difícil. Análisis de Marcos Salgado
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