DESDE EL SUR.- Las posturas erráticas de Jair Bolsonaro se han visto con la exigencia del cierre de la economía y las ciudades para combatir la pandemia y evitar la continuidad de muertes. Y trajeron una crisis política profunda con la renuncia de ministros y el cambio del gabinete, mientras negociaba con sectores de la derecha para reforzar su poder. Río revuelto: con generales que abandonan el barco, con militares descontentos y una población que cada vez expresa más su rechazo a cómo Bolsonaro maneja el país. Un análisis de Pedro Briger.
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