Hasta ahora la oposición radical sigue en la carrera electoral y si llega a noviembre, será un excelente momento para medir fuerzas con toda la oposición en elecciones por primera vez desde 2015.
Incluso perdiendo estados, perdiendo alcaldías respecto al mapa político actual, para el gobierno de Nicolás Maduro puede valer más la participación de toda la oposición que derrotas en tal o cual lugar si eso le redunda en gobernabilidad y tranquilidad para su mandato hasta 2025.
Lo que falta saber, es qué dirá de acá a noviembre el Departamento de Estado.
Análisis de Marcos Salgado
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