La reactivación de la CELAC después de cuatro años está marcada por el debilitamiento de la corriente de derecha. La disputa política en América Latina se expresa claramente con los avances y retrocesos de la integración regional.
Cuando los gobiernos progresistas se sienten fuertes, impulsan mecanismos de integración, pero cuando hay gobiernos de derecha los organismos regionales se dejan de lado, o se los destruye como sucedió con la UNASUR.
Análisis de Pedro Brieger.
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