Masivas manifestaciones contra el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, que lleva mil días de gobierno, cuando llevó a cabo una destrucción de la economía, ahondada por el desastre de la gestión de la pandemia de la Covid-19.
Un desastre, especialmente el económico, que no se detiene. Sigue la agenda de remate de bienes públicos: la gigante eléctrica Eletrobras, Correios, la mayor empresa de logística y postal estatal de América Latina; la petrolera Petrobras e incluso el Banco do Brasil.
Se avanza en la privatización de las jubilaciones, al estilo del fracasado modelo de capitalización individual de Chile.
Análisis de Marcos Salgado.
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