Todo empezó como un pequeño zoológico escolar a cargo de una profesora de biología. En la actualidad se llama Centro Fénix y brinda asistencia a animales salvajes en apuros. Lo dirigen Veronika y Serguéi, dos amantes de los animales que solo cuentan con su vocación y las donaciones privadas para atender a su osa, sus lobos, sus búhos, sus alces, sus monos... Y ese 'sus' no es solo una forma de expresarse: si alguno de esos animales hablara, seguro que se referiría a la pareja como 'mamá y papá'.