El 20 de noviembre de 1945 dio inicio el primer proceso de Núremberg contra los principales criminales de guerra. EU encomendó a los hermanos Stuart y Budd Schulberg la recopilación de pruebas fotográficas y fílmicas sobre los crímenes nazis.
El 20 de noviembre de 1945 comenzó el primer juicio de Núremberg en el que las cuatro potencias aliadas vencedoras llevaron ante un tribunal de justicia internacional a 24 de los principales criminales de guerra; así como a seis organizaciones del Tercer Reich. Este juicio contra los criminales más importantes de la Segunda Guerra Mundial fue seguido por otros doce procesos contra miembros de la élite del estado nacionalsocialista: políticos, diplomáticos, empresarios y médicos. Se han hecho numerosos documentales sobre los procesos de Núremberg. Este se diferencia de todos ellos, porque adopta una perspectiva muy personal, ya que cuenta la historia de los hermanos Stuart y Budd Schulberg, a quienes el gobierno estadounidense les encargó recopilar pruebas de los crímenes nazis. Luego de cuatro meses de arriesgadas pesquisas en una Europa asolada por la guerra, consiguieron cientos de horas de material cinematográfico que, en buena medida, había sido grabado por los propios nazis y se encontraba escondido en lugares secretos. Los hermanos Schulberg y directores renombrados como John Ford trabajaron en la edición del material, haciendo con ellos unos documentales. Estos fueron proyectados en la sala durante el proceso. Los más importantes eran "Los campos de concentración nazis" y "El plan nazi".
Los filmes de Stuart y Budd Schulberg marcaron la percepción colectiva de los crímenes nazis para siempre. Sin embargo, otro documental surgido en la misma época ha quedado en la sombra. Por encargo de Robert Jackson, el fiscal principal estadounidense de los juicios, el más joven de ambos hermanos, Stuart Schulberg, filmó el proceso. Este documental iba a ser exhibido en los cines estadounidenses en 1948 con el título "Núremberg una lección para el mundo de hoy". Sin embargo, durante la posguerra la reconciliación con Alemania tenía prioridad y la Unión Soviética se había convertido en el nuevo enemigo. Por eso, el film cayó en el olvido por casi sesenta años. No fue sino hasta 2003 cuando la hija de Stuart, Sandra Schulberg retomó la obra de su padre. Tras varios años de trabajo consiguió recuperar los rollos de material cinematográfico, ordenarlos y restaurarlos. Su cinta revela aspectos hasta ahora desconocidos de este acontecimiento histórico.