Un pasaporte de la UE a cambio de siete años de sufrimientos. Un señuelo que ofrece Portugal a inmigrantes irregulares que sueñan con un futuro mejor. A cambio, deben trabajar y cotizar durante siete años.
El ciudadano indio Gian Pall espera recibir pronto el pasaporte portugués que le permitirá viajar sin trabas a 186 países. A su hijo que vive en la India, lo ha visto crecer por WhatsApp. Tras cinco años en Portugal, Gian Pall sueña con la llegada de su mujer y su hijo. Para los trabajadores de los invernaderos, Portugal es un trampolín al resto de Europa; y más allá. Estimaciones recientes elevan a 20.000 el número de inmigrantes en las plantaciones. Para llegar hasta allí, muchos se endeudan. 16.000 euros llegan a pagar por una visa turística. Una cantidad que deben devolver en forma de trabajo en los invernaderos. Una vida en manos de las mafias que los han llevado a Europa. La esclavitud del siglo XXI en plena Europa. La economía portuguesa necesita a los jornaleros inmigrantes, sobre todo en una región donde escasea la mano de obra y las empresas extranjeras sueñan con grandes beneficios.