Denís tiene 33 años y la apariencia de un niño de 13, debido a una extraña enfermedad en la hipófisis. Vive en una pequeña aldea en el extremo suroriental de Rusia y le apasiona la caza. La vida no es fácil para un adulto al que todos ven como un eterno niño. Sin embargo, él hace todo lo posible por sacarle el máximo partido en este particular entorno natural agreste y duro en el que el ser humano parece más un invitado inesperado que el protagonista principal.