Mientras la prensa corporativa trata al expresidente Lula da Silva como un radical de izquierda, la defensa del exgobernador derechista de São Paulo, Geraldo Alckmin, y la declaración explícita de que buscará aliados en el centro, e incluso en la centroderecha, permiten especular sobre su posición más a la derecha de lo que muchos suponen.
Él admite su andar por la centroderecha . “No tendré problemas si tengo que aliarme con Alckmin para ganar las elecciones y gobernar este país”, aseveró.
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