Primer capítulo de la nueva serie “Pensado con Freud”. No nos proponemos un repaso por las obras de Freud o por las distintas escuelas del psicoanálisis. Se trata de iniciar un “taller de investigación” sobre las profundidades del psiquismo, pensando con Freud lo que Freud pensó. En este primer capítulo tenemos que reflexionar sobre la idea de “destino”. Nuestro psiquismo funciona como un destino contra el que nos estrellamos cuanto más pretendemos evitarlo. Nos damos de narices con nosotros mismos en todo nuestro recorrido vital. El arquetipo clásico de este problema es la historia de Edipo. Edipo cumple su destino precisamente porque intenta evitarlo. De la misma manera, cada uno de nosotros, creemos vivir nuestra vida según nuestra propia voluntad, pero al mismo tiempo “somos vividos por poderes ignotos e ingobernables” que cumplen con el destino de tener que ser en cada caso quienes somos, de tener que ser, en definitiva, “nosotros mismos”. Muchas personas neuróticas (y todos somos neuróticos en mayor o menor grado) viven este destino como una circunstancia fatal de sus vidas en la que contemplan impotentes cómo, por más que intentan evitarlo, acaban siempre, como suele decirse, por “tropezar siempre con la misma piedra”.