Lo que más resalta de este proceso político peruano son los pedidos de renuncia o abdicación del poder presidencial, o de cierre del parlamento, y por el otro, la incapacidad de un Ejecutivo que pueda sentar las bases para resolver esta prolongada crisis. El tercer gabinete del presidente Pedro Castillo en poco más de seis meses duró apenas tres días y este último, encabezado por Aníbal Torres entra en esta espiral de incertidumbre.
Para incrementar la legitimidad de su gobierno deberá ampliar sus alianzas, ser más transparente y ganar nuevamente a una opinión pública que hoy camina a darle la espalda al propio presidente.
El Perú es un país que vive en crisis desde el fin del fujimorismo, que hasta ahora no encuentra solución como consecuencia de un entramado institucional tanto precario como corrupto, con actores políticos y sociales débiles e informales.
Visita: surysur.net