Los tiempos de la Guerra Fría han concluido y las visitas a Moscú ya no representan un alineamiento ideológico-estratégico, sino cuestiones económicas y de disputas entre bloques, pero en el marco del mundo capitalista.
Los viajes de los presidentes de Brasil y Argentina, Jair Bolsonaro y Alberto Fernández, deben ser leídos en clave de negocios ya que los dos presidentes tienen visiones de mundo diferente, e incluso contrapuestas. Pero Moscú los recibe a ambos con los brazos abiertos.
Un análisis de Pedro Brieger
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