La historia de la pianista colombiana Teresita Gómez es tan excepcional como su arte y su talento. Comenzó a tocar el piano de niña, repitiendo de oído las clases que recibían las niñas de familias acomodadas en el Palacio de Bellas Artes de Medellín. Hoy día es considerada una de las mejores pianistas de Colombia.
Teresita creció como hija adoptiva del matrimonio de porteros del Palacio de Bellas Artes. Allí se crió la niña negra de padres blancos entre música clásica y pianos. Fue una de las profesoras la que descubrió que la niña tocaba de oído lo que escuchaba y decidió darle clases. A los cuatro años, Teresita Gómez tocó su primer concierto en el mundo de Bellas Artes que ella habitaba. Cursó estudios superiores de piano en la Universidad Nacional de Colombia y se graduó como concertista y maestra de piano con suma cum laude. Luchó contra los prejuicios de la época y se rebeló contra las convenciones. Durante una estancia de cuatro años en la RDA como agregada cultural de Colombia, tuvo la posibilidad de dar conciertos en numerosas ciudades europeas, ganándose el reconocimiento del mundo internacional de la música. Su sensibilidad artística, su oído absoluto y su interpretación personalísima de clásicos europeos y colombianos la convirtieron en una de las pianistas más célebres de América Latina.
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