Según la región, son las costumbres de cada grupo gitano; hay bodas que suelen durar días, donde se lucirán distintos trajes y vestidos, y donde las fiestas parecerán interminables, reinando siempre la alegría y el júbilo.
La comunidad gitana siempre se destacó por las grandiosas y magníficas celebraciones de bodas que realiza en honor al enlace de sus parejas. La tradición indica que los novios se casen por la iglesia evangélica o católica durante la mañana.
El júbilo colectivo los impregna de buenos deseos y es todo algarabía lo que acompaña la ceremonia. Hay regiones donde sólo se toma el rito gitano como válido.
Las novias vestirán los más lujosos y adornados trajes confeccionados especialmente para la ocasión por reconocidas modistas gitanas que se especializan orgullosamente en la confección de este tipo de vestidos.
Por tradición, el traje de novia no puede ser prestado, y generalmente es comprado por el suegro. El traje nupcial está compuesto por dos vestidos. Uno de color rosa que va por debajo, simbolizando la feminidad, y otro blanco simbolizando la pureza, que va por encima, y es el que más se nota y luce.
El novio lucirá un traje convencional o típico, y en la ceremonia habrá también damas y pajes acompañando el cortejo, con indumentaria y vestidos apropiados y coloridos para la ocasión. Los padrinos de una boda gitana suelen ser los mismos padrinos del bautismo, aunque a veces son los tíos, y muy rara vez serán los padres.